martes, 8 de noviembre de 2011

Mar de Thassa

   El mar de Thassa es una inmensa extensión de agua salada que baña las costas occidentales de Gor. Está salpicado por infinidad de islas que viven tanto del comercio como del saqueo de las flotas vecinas. La piratería es una práctica habitual dentro de sus márgenes y muchas de las islas cuentan con grandes flotas de barcos destinadas a tal fin. Los barcos piratas se suelen pintar de verde, a fin de camuflarse mejor entre las aguas del Thassa.


Le miré fijamente.
Pintaremos los barcos de verde —respondí.
El verde, en Thassa, es el color de los piratas. Casco, velas, remos, jarcias... todo verde. Un barco verde en el reluciente Mar de Thassa puede resultar casi invisible.
(Los Conquistadores de Gor, cap 13)



    En estas islas por lo general el poder político está en manos, sino de modo oficial, de seguro oficiosamente, de la casta de los mercaderes; son éstos los que controlan el tráfico legal e ilegal de mercancías y por tanto sobre sus hombros descansa el poder económico (que sustenta al político) de las islas.


Islas libres del Mar de Thassa


Mis cuatro viajes comerciales me habían llevado a las islas libres de Thassa, regidas por los mercaderes. Varias eran las islas en tales condiciones. Las tres que conocí fueron Teletus y al sur de ésta Tabor, llamada así por su forma semejante al tambor que lleva tal nombre, y Scagnar, al norte. También pasé por Farnacium, Humneth y Asperiche. No descendí hasta Anango o Ianda al sur ni ascendí hasta Hunjer o Skjern al oeste de Torvaldsland. Estas islas, con ocasionales puertos libres en la costa, al norte y sur del ecuador goreano tales como Lydius y Helmutsport y Schendi o Bazi, hacen posible el comercio entre Cos y Tyros y las ciudades de tierra firme tales como Ko-ro-ba, Thentis, Tor, Ar, Turia y muchas más.
(Los Conquistadores de Gor, cap 10)




Islas del Norte

Por supuesto, estaban las islas del norte, que eran numerosas pero pequeñas y que en conjunto formaban un archipiélago en forma de cimitarra al noroeste de Cos, que se hallaba a unos cuatrocientos pasangs de Puerto Kar. Pero estas islas no estaban unidas, y el gobierno de la mayoría de ellas no era más que un consejo pueblerino. En general, no disponían más que de algunos esquifes y algún que otro barco de cabotaje.
(Los Conquistadores de Gor, cap 9)



Barcos

   Los navíos goreanos pueden dividirse en dos tipos; los llamados "redondos", destinados al transporte de mercancías y los "largos", destinados a la guerra.

   Los barcos "redondos" son los más grandes, disponen de amplias bodegas de carga y espacio para hasta doscientos remeros, usualmente esclavos. La tripulación, que ronda la veintena, está formada por hombres libres. Su mayor envergadura los hace más pesados y lentos, sin embargo disponen de un mayor espacio para transportar en su cubierta catapultas u otros pequeños dispositivos de defensa.

   Los barcos "largos" son de un menor tamaño, por tanto más ligeros y manejables. En caso de entrar en combate, los mástiles son abatidos y la cubierta se tapa con pieles mojadas, para prevenir los incendios que pudieran producirse por los proyectiles incendiarios de los barcos enemigos. Disponen además de un espolón con el que embestir. Los remeros de este tipo de barcos son siempre hombres libres.



podían ser de los denominados “redondos”, con sus profundas bodegas para el transporte de mercancías, o los “largos”, barcos de guerra. Las dos clases de barcos son codiciadas, pero los “redondos” soportan aparejos más pesados con mayores velas y disponen por lo general, de dos mástiles. Como es lógico, los barcos “redondos” no son realmente redondos, pero tienen los baos más anchos que la longitud de la quilla; es decir, uno por seis aproximadamente, mientras que en las galeras de guerra la relación es de uno por ocho, más o menos.
(Los Conquistadores de Gor, cap 10)

Por otro lado, los barcos redondos, a pesar de no tener ariete o espolón, y ser mucho más lentos y menos manejables que los largos, no son despreciables en una batalla naval ya que pueden acomodar en sus puentes pequeñas catapultas, hondas y arqueros, que en conjunto son capaces de lanzar sobre el enemigo jabalinas, bolas ardiendo, rocas y flechas... El barco de guerra cuando está a punto de entrar en la batalla arría el mástil y recoge velas para guardarlos en las bodegas, cubriéndose la cubierta y los puentes con pieles húmedas.
(Los Conquistadores de Gor, cap 10)

Los remeros de mis cuatro barcos redondos eran hombres libres en lugar de esclavos, como es tradicional en aquella ciudad. Los barcos de guerra, los barcos con ariete, que yo sepa nunca han sido remados por esclavos en ninguna parte de Gor.
(Los Conquistadores de Gor, cap 10)


Generalmente las galeras goreanas no navegan de noche, y, a menudo, permanecen cerca de la orilla durante la oscuridad.
(Cazadores de Gor, cap 18)

   Los goreanos consideran a sus barcos casi seres vivos, por lo que pintan en ellos ojos para que puedan "ver" su camino cuando surcan las aguas del Thassa.

Todos los barcos en Gor tienen ojos pintados en la proa, como en los barcos de guerra, o en la popa, como en los redondos. Estos ojos representan la creencia de los hombres de mar de que un barco es un ser viviente que precisa tales órganos para ver el camino.
(Los Conquistadores de Gor, cap 13)



   A los tarns no les gusta volar sobre el mar, salvo raras excepciones en las que osados tarnsmans los fuercen a ello. Una práctica peligrosa que puede llevar al ave a enloquecer y perder el control. Por tanto las flotas, sobre todo una vez lejos de la costa, están bastante a salvo de ataques aéreos.



    Son múltiples y variados los peligros que acechan bajo las aguas del Thassa. No solo hay que temer a las corrientes traicioneras, existen tharlaliones marinos capaces de enviar al fondo de las aguas a una pequeña galera. Tampoco son nada desdeñables los peligrosos tiburones ni los eslines marinos.



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