miércoles, 9 de noviembre de 2011

Delta del Vosko

   El delta del Vosk es una de las fronteras naturales de Puerto Kar. Está colonizado por un heterogéneo grupo de personas; proscritos, ladrones, esclavos fugitivos... que forman colonias dedicadas al cultivo del rence. Mantienen un frágil equilibrio en sus relaciones con Puerto Kar. Por un lado necesitan de la ciudad para obtener suministros y vender el rence, ya sea en granos o el papel que se fabrica a partir de él. Pero también deben ser cuidadosos y mantenerse ocultos pues no son infrecuentes las incursiones procedentes de Puerto Kar que buscan saquear las colonias y capturar nuevos esclavos.

Los cultivadores habitan sobre unas islas hechas con cañas de rence. Miden de sesenta a setenta y cinco metros de longitud y están confeccionadas con juncos entretejidos de manera que puedan flotar por el pantano. Tienen un grosor de dos metros y medio a tres metros, siendo tan sólo visible un metro o algo menos. Cuando las cañas de rence se pudren bajo el agua extienden nuevas capas en la superficie de manera que después de varios meses la capa superior de la isla se convierte en la inferior.
Para evitar que las islas naveguen a la deriva hay varias maromas confeccionadas con plantas trepadoras de pantano que están atadas fuertemente a las raíces vecinas a la orilla del canal. Es peligroso introducirse en el agua para sujetar las maromas a las raíces debido a los voraces visitantes que merodean por los pantanos, pero procuran alejarlos introduciéndose varios hombres en el agua, y mientras uno de ellos sujeta las maromas los otros le protegen con lanzas o golpeando sobre metal o varas de madera, a fin de alejarlos o aturdirlos.
Cuando una comunidad desea trasladar su isla a otro lugar, simplemente cortan las maromas y los ocupantes se dividen en dos grupos: los que utilizan las pértigas para hacerla avanzar y los que preceden a la isla en esquifes abriendo un camino a través de la maleza. La mayoría de aquellos que utilizan la pértiga se reparten por la orilla de la isla, pero en el interior de la misma hay cuatro pozos rectangulares a través de los cuales se puede crear un impulso adicional por medio de las largas pértigas. Estos profundos pozos son en realidad agujeros recortados en la isla que permiten un lento avance sin arriesgar a sus habitantes a tomar posiciones en la orilla, donde pueden ser fácilmente atacados por sus enemigos. En momentos de emergencia se ocultan tras una empalizada de juncos entretejidos levantada alrededor de los pozos. Cuando tales emergencias tienen lugar las cabañas son derribadas para evitar que el enemigo se oculte tras ellas, y el agua y alimentos adquiridos en la parte del este del delta, donde el agua es fresca, son llevados al centro de la isla creándose así una especie de fuerte, especialmente como protección de las lanzas de sus atacantes.
(Los Conquistadores de Gor, cap 3)




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